Como cualquier medicamento, los anestésicos conllevan riesgos para todas las personas, jóvenes y mayores. Sin embargo, tras muchos años de desarrollo de equipos, medicamentos, procedimientos y conocimientos, los riesgos asociados a la anestesia se han reducido considerablemente y hoy en día su uso es seguro. Para ilustrar esta seguridad, el riesgo de sufrir un daño grave por un anestésico es muy inferior al riesgo de viajar en un vehículo.
Esta tabla describe los riesgos y la frecuencia con la que pueden ocurrir.