Algunos niños parecen superar las estancias en el hospital sin darse cuenta realmente, mientras que otros reaccionan más, algunos de inmediato, otros más tarde. Estas reacciones pueden ser difíciles de comprender y pueden ocurrir en momentos extraños o no relacionados con la atención médica. Las reacciones pueden evidenciarse como preocupación, estar deprimido, retraído o no hablar; estar inactivo; o experimentar problemas para comer o dormir. Debe estar atento a estas reacciones y asegurarse de estar disponible para ayudar a su hijo si se producen. Muchos niños y jóvenes tienen una mayor necesidad de cercanía durante el día y es posible que deseen dormir con usted por la noche para sentirse seguros.
Sea consciente de las emociones, pensamientos y preocupaciones de su hijo. Conceda a su hijo el tiempo y la cercanía que necesita para crear una sensación de bienestar y seguridad. Recuerde que sus propias emociones pueden transmitirse fácilmente a su hijo, así que intente mantener la calma, aunque sienta preocupación.
Contacte con los servicios médicos si tiene alguna pregunta o duda. Estamos a su disposición para ofrecerle ayuda y asistencia.