Preparación de los niños y jóvenes para una estancia en el hospital, la anestesia y una operación

La preparación adecuada reduce el estrés y la preocupación en los niños y jóvenes.

Esto facilita los procedimientos y reduce los efectos negativos a corto y largo plazo. Ayuda a afrontar las experiencias pasadas, y a sobrellevar mejor cualquier cuidado y tratamiento futuro.

La preparación debe ser continua: conceda a los niños varias alternativas para procesar lo que oyen, leen, ven y sienten. Ayúdelos a visitar diferentes partes de nuestro sitio web y a leer estas páginas varias veces. Anímelos también a dibujar, pintar, grabar, escribir o expresar de otra manera sus pensamientos y preguntas.

La atención médica y los tratamientos previos pueden aumentar el estrés y la preocupación, especialmente después de una mala experiencia. Esperar lo mismo o peor es común, pero a menudo una buena experiencia puede romper este ciclo. El crecimiento y el desarrollo desde la última experiencia pueden haber cambiado la preparación que necesitan y su capacidad de comprensión. Intente hacerse una idea del nivel actual de comprensión de su hijo, y adapte la preparación a su nivel de comprensión. Aproveche los programas de preparación que se ofrecen, incluso si piensa que se limitan a repetir lo que ya ocurrió durante las visitas anteriores al hospital. Es posible que su hijo haya olvidado lo que aprendió previamente y que su capacidad de comprensión haya aumentado.

Independientemente de la edad de su hijo, sea sincero y ayúdele a prepararse en el mejor momento. Un buen momento es cuando su hijo está descansado, tranquilo y muestra interés y curiosidad con respecto a lo que va a pasar. Esté atento a los pensamientos y reacciones que pueden surgir en torno a una estancia en el hospital, la anestesia y una operación.