- Cualquier enfermedad presente o pasada
- Alergias
- Medicamentos administrados actualmente o en el último mes
- Anestesia administrada en el pasado y cualquier problema experimentado con la anestesia
- Cualquier caso en la familia vinculado a problemas con anestésicos
- Peso
- Cualquier diente suelto o pieza dental postiza
- Mareos o náuseas después de tomar anestésicos o de operaciones
- Consumo de tabaco o vapeadores
- Embarazo
- Cualquier mala experiencia relacionada con la atención sanitaria
En particular, informe al anestesista si su hijo tiene o ha tenido recientemente un resfriado u otro problema respiratorio. Esto aumenta el riesgo de complicaciones asociadas a la anestesia y puede que resulte necesario aplazar la operación hasta una fecha posterior, a menos que sea muy urgente.