La percepción del adulto con respecto al punto de vista del niño y el propio punto de vista del niño

La manera en que los niños y los adultos perciben y sienten las situaciones y eventos suele diferir. Algunos aspectos o situaciones que un adulto considera importantes pueden resultar irrelevantes para los niños y jóvenes. Otros aspectos que los adultos consideran rutinarios pueden causar la mayor de las preocupaciones a los niños. Por ello, escuche y tenga en cuenta el punto de vista del niño, sus sentimientos y su interpretación de la situación.

Para satisfacer las necesidades de los niños y jóvenes, es importante conocer qué les preocupa. ¿Cómo piensan y sienten? ¿Cómo responden a las diferentes situaciones y eventos? ¿Cómo lo sobrellevan? Tómese el tiempo necesario para escuchar, responder y respetar el punto de vista de su hijo sobre lo que va a pasar o lo que ha pasado. Enfatice a su hijo que ninguna pregunta es demasiado irrelevante o errónea y que no deje de plantear ninguna. Preste atención a las preguntas, expresiones faciales y señales que muestran cómo se siente su hijo. Explíquele con sinceridad al niño si va a ser operado. Nunca diga que no será doloroso si puede serlo, pero indique que la mayoría de los dolores pueden ser cesados o mitigados hoy en día.